El
tópico atribuye falsamente a las revueltas del mayo francés la aureola
de juveniles. Cuando los que movían los hilos por detrás eran viejos (y
en algunos casos viejos verdes, como Sartre o Marcuse, o antes el
despendolado Wilhelm Reich).
Y sin embargo, la revolución conservadora americana, que fue capaz de
poner en jaque a la izquierda, en las últimas décadas del siglo XX se
presenta como carca, cuando quien la inició fue un joven de 29 años,
llamado William F. Buckley (1925-2008), a través de la revista National Review.
El problema es que Buckley era rico, hijo de papá y encima católico. Y
eso la izquierda no lo perdona. Y sobre todo lo que no perdona es que
uno sea brillante y tenga sentido del humor. Y Buckley se pasó medio
siglo tomando el pelo a lo políticamente correcto.
Sin la huella cultural de Buckley desde finales de los años 50 -primero con National Review y luego con el programa de debate, Firing line (línea de fuego), que estuvo en antena 33 años-, es poco probable que Ronald Reagan hubiera llegado a la Casa Blanca.
Quizá peque de atrevido, pero diría que Buckley le hizo una llave de
judo a Gramsci y su marxismo, porque comprendió en EEUU lo que el
italiano había captado mucho antes en Europa: que si quieres tomar el
Palacio de Invierno debes cambiar la ametralladora por la máquina de
escribir. Que el poder se conquista en las cátedras y aulas
universitarias.
Que si quieres dar la vuelta a la sociedad como si fuera un calcetín,
no debes usar la violencia sino la cultura: libros, discos, películas,
arte… lo que traducido a nuestra época significa: televisión y redes
sociales.
Y eso es lo que hizo Buckley, con su revolución conservadora, adaptando las ideas de Russell Kirk a los platós.
Y eso es lo están haciendo ahora mismo, una serie de mosqueteros
jóvenes y carentes de complejos en youtube, en EEUU y Canadá. Personajes
como Ben Shapiro, Yanopoulos, o la canadiense Lauren Southern, que
están poniendo a la izquierda al borde de un ataque de nervios.
Lo cuenta Javier Villamor en un reportaje de Actuall que te adelanto como suscriptor https://www.actuall.com/ criterio/democracia/jovenes- brillantes-sin-complejos-asi- las-nuevas-caras-del- conservadurismo- norteamericano/
Son sólo tres los que hemos seleccionado, pero hay numerosos líderes
de opinión de menos de 30 años abiertamente conservadores, que no tiene
reparos en batirse en duelos televisivos con socialdemócratas,
estatistas, o ideólogos de género y les dejan k.o. con irrefutables
argumentos.
Es cierto que cada uno es de su padre y de su madre -Yannopoulos es
homosexual, aunque está en contra del lobby LGTB y muchas de sus ideas
son discutibles-, pero casi todos tienen un común denominador: su
desconfianza de esas “anteojeras” que son las ideologías.
Han surgido al calor de la era Trump -y alguno de ellos es tan
excéntrico y polémico como el presidente color zanahoria-, pero llevan
algún tiempo fustigando lo políticamente correcto y renovando con aire
fresco el enrarecido ambiente de la batalla cultural.
No sabemos aún lo que dará de sí esta generación de líderes de
opinión, estos nietos mediáticos de Buckley… lo cierto es que al
chiringuito obamita, a la Estrella de la Muerte de Hillary, y al Nuevo
Orden Mundial le ha salido un enemigo inesperado dispuesto a dar la
batalla.
Y con éxito. No son ratas de biblioteca sin eco alguno. Shapiro, por ejemplo, presenta y emite a diario su propio podcast The Ben Shapiro Show, que el pasado verano fue el segundo podcast más popular de iTunes en EEUU, estando sólo detras del de Oprah Winfrey.
¡Qué envidia! Ojalá en la caduca Europa, aquejada de arterioclerosis y socialdemocracia, surgiera algo así.
Tomamos nota. Todo se andará.
Muchas gracias por seguirnos, leernos y apoyarnos.