domingo, 19 de febrero de 2017

La Corrupción K-CAPÍTULO XXXII VÍCTOR HUGO MORALES, LA EXTRAÑA CONVERSIÓN DE UN ANTI K






La Corrupción K en la “Década Ganada” (Capítulo XXXII)


CAPÍTULO XXXII

VÍCTOR HUGO MORALES,
LA EXTRAÑA CONVERSIÓN DE UN ANTI K

“Poderoso caballero es don dinero”. Francisco de Quevedo
1. Todo hombre tiene su precio[1]
Esta frase, atribuida a Napoleón Bonaparte, significa que todos, quien más quien menos, adolecemos de cierta debilidad o debilidades de carácter, que nos tornan vulnerables a cualquier oferta que se nos haga, debido a que no tenemos integridad moral, por razón de la fragmentación del Yo.
Cuenta la historia que hay infinidad de santos que soportaron las más fuertes tentaciones, pero que en un instante determinado cedieron a inocentes insinuaciones pecaminosas.
Lo que sucede es que fueron tentados por lo que todos tenemos y que se denomina “núcleo de ensueño”, que no es otra cosa que yoes que poseen la característica de ambicionar o codiciar ciertas cosas, sean éstas concretas o abstractas, como valores, conductas, sentimientos, honras, fama, etc. o concretas, poder, lujo, objetos, personas, etc.
Todos tenemos deseos insatisfechos, que hacen presión sobre nuestra conducta para ser cumplimentados.
Entonces, si alguien, con ciertos deseos insatisfechos, encuentra a alguien que les propone que obtendrán un beneficio si ceden a la tentación, inexorablemente, “transan” y de esa manera sucumben ante su núcleo de ensueño, satisfaciendo de esa manera, la cosa ambicionada.
De allí los actos de corrupción, malversaciones varias, fraudes, etc. Tenemos que conocer cuáles son nuestros núcleos de ensueño, para poder vencer las tentaciones que nos acechan, cuando cedemos a su influjo.


 2. “La fortuna de los Kirchner es insultante”[2]

“La pareja presidencial dice cuánto tiene y dice cómo lo gana. Por supuesto que las cifras igual son insultantes en este panorama de pobreza extrema que se vive y teniendo en cuenta además el discurso político de la pareja presidencial”, decía Víctor Hugo Morales en su programa de Radio Continental antes de convertirse en uno de los periodistas cercanos a la Casa Rosada.

En el video, el relator precisa que el patrimonio presidencial “creció en 28 millones a lo largo de 2008” y precisa que pasó de 17 a 46 millones, con un incremento de 158%.

Entre los puntos que escandalizan a Víctor Hugo está la venta de terrenos fiscales en El Calafate “que adquirieron en un valor irrisorio”.

Pero también destaca la “triplicación de sus depósitos bancarios”, sin detenerse en si éstos estaban en pesos o en dólares, lo cual se ha convertido en su nueva preocupación y que motivó que Cristina Fernández anunciara este miércoles (6/6/12) que pesificará su plazo fijo en dólares.

Claro que sobre la fortuna total de los Kirchner ya no se preocupa el creador de la frase “barrilete cósmico”, tampoco se le mueve un pelo como decía en el pasado sobre los K: “Nunca se le mueve un pelo a la pareja presidencial (…) sobre bienes de todos en beneficio propio”.

 3. “Víctor Hugo Morales es un gran versero”[3] 

El periodista Pablo Sirvén, especialista en medios, acaba de publicar “Converso” (1/5/13), en el que analiza cómo fue que Víctor Hugo Morales se convirtió en el principal vocero del relato kirchnerista.

El periodista Pablo Sirvén presentará este miércoles en la Feria del Libro, Converso, una biografía en la que explora las razones que llevaron a Víctor Hugo Morales, el relator de fútbol número uno del país, a transformarse en la punta de lanza del periodismo militante K.

Converso, que tiene prólogo de Jorge Lanata y fue editado por Margen Izquierdo, la editorial de Luis Majul, cuenta también cómo Víctor Hugo resolvió crear un relato heroico sobre su pasado durante las dictaduras argentina y uruguaya, una historia que, según la investigación de Sirvén, es ficcional.

 ¿Por qué “Converso”, un término religioso? 

“Converso”, lo primero que alude, según la definición del diccionario de la Real Academia Española es a “el que cambia de religión”. Elegí ese título porque me parece que tiene varias acepciones ocultas, o no tan ocultas.

Una es el verbo “conversar” en primera persona del singular. Él es un gran conversador, su oficio es hablar, es un relator. Después, la palabra “converso” puede ser dividida en dos, “con” y “verso”, él es un gran versero también.

Converso puede sonar dramático, pero cuando le puse ese título pensé en todos estos juegos. Y dentro del libro, de alguna manera, también se rescatan.

Por supuesto, también hay un capítulo dedicado a los conversos. Hay muchos tipos de conversos, no solamente religiosos, sino también políticos, por conveniencia, genuinos, por miedo.

“Víctor Hugo tenía una obsesión y un odio hacia Clarín muy anterior al kirchnerismo”

En el caso de Víctor Hugo, ¿esta conversión se produce por convicción o por dinero?

Es complejo. No es ni simple ni fácil la respuesta, hay varias razones.

Por un lado hay que reconocerle que él tenía una obsesión y un odio hacia Clarín muy anterior al kirchnerismo, que se le acentuó cuando el grupo se metió en el negocio del fútbol con las transmisiones televisivas.

¿Por qué? Porque ponía en cuestionamiento a su propio oficio, de relator radial de fútbol, que entra en su definitivo ocaso a comienzos de los noventa, cuando la televisión comienza a adueñarse del fútbol y la radio se queda atrás.

Él vio que pasaba un colectivo que iba contra Clarín, y dijo “yo no me lo pierdo”, lo corrió, se subió y una vez arriba no fue solo un pasajero sino que además dijo “lo quiero manejar yo”.

Un momento bisagra es el conflicto con el campo, donde Víctor Hugo estuvo en la vereda de enfrente y entrevistaba todo el tiempo a dirigentes rurales. Hasta ahí, el Gobierno venía con la transversalidad, pero entonces encuentra un enemigo con quien pelear, sumado a los medios hegemónicos, que tomaron una postura a favor de los productores.

A partir de ahí se empiezan a dar algunas medidas, como la estatización de las AFJP y Aerolíneas, que a él le caen muy bien, diría que en gran parte genuinamente, que tenían que ver con reivindicaciones que a él le podían interesar.

Esto se acentúa en noviembre de 2009 con la sanción de la Ley de Medios. Pero el hecho crucial sucede el 2 de febrero de 2010.

Ese día llama Néstor Kirchner el mediodía a Radio Continental y pide hablar con él. Porque Víctor Hugo, como otros periodistas, había estado despotricando porque en medio de la crisis Néstor compró 2 millones y medio de dólares.

Víctor Hugo fue muy crítico, hasta que llega esa llamada privada. Él dice que Kirchner lo desarmó porque le dijo que no compró para especular sino para hacer una inversión inmobiliaria. Y ahí él hace el giro. No lo sacó al aire, no le preguntó por qué no había hecho una transferencia bancaria.

Uno podría comprender, a partir de las últimas investigaciones de Jorge Lanata, por qué Kirchner no hacía pasar el dinero por los bancos y que no quedara registro.

Kirchner se murió y el único testigo es él. Entonces la sensación es que es una novela a la que se le arrancaron varias páginas, porque a partir de ese momento él se convierte en un militante de la causa.

El problema no es que a él le gusten las medidas del Gobierno. El problema es el énfasis y la persistencia, el machaque que hace, tipo Radio Rebelde de La Habana, todos los días.

Entonces los funcionarios salen con él, no con cualquiera. Y además se produce una cosa interesante. Él a la mañana tiene editoriales continuos que son rescatados por 678 todos los días. Eso después replica en toda la usina K.

 ¿Vos pensás que esto está armado? 

Bueno, cuando ves que todos los días hace estos editoriales contra Clarín, La Nación y el periodismo, con un odio y una saña que hace que parezca que él es un renegado del periodismo.

¿Desde dónde habla? No desde adentro del periodismo, porque él dice que en los últimos años el periodismo se ha convertido en la cosa más miserable del mundo. Todos podemos reconocer que tenemos errores, pero de ahí a lo que hace él contra el periodismo, de provocar y producir en los oyentes odio…

“Víctor Hugo es muy narcisista, pero al mismo tiempo tiene complejo de inferioridad”

¿Qué beneficios obtuvo a partir de esta conversión?

Los beneficios podrían ser indirectos. Yo entrevisté a sus dos productores históricos, el de radio, Julio Moyano, y el de televisión, Eduardo Metzger. Justamente, Metzger dice que cree que Víctor Hugo consiguió “facilidades”: primero ser escuchado y arropado por un nuevo grupo de personas. Víctor Hugo es muy narcisista, pero al mismo tiempo tiene complejo de inferioridad. Entonces él se recicla, de relator radial que estaba en el ocaso (no por él, sino por el oficio) en un lugar de notoriedad polémica, que a él le gusta, porque es reverenciado por las supuestas izquierdas.

A él le encanta viajar al exterior, pero también hacer viajes de cabotaje, le encanta agarrar el auto e irse con el termo y el mate… y entonces en el libro se cuenta que hace recorridos mucho más intensos que un político en campaña.

Va a Tapalqué, Azul, Olavarría… Lo que se detecta después es que en muchos casos tiene acuerdos con las municipalidades, que están en manos de intendentes del Frente para la Victoria. Ahí hay auspicios, pagos por charlas de la Ley de Medios, avisos que van a parar a Competencia y Bajada de Línea.

La leyenda de que acá hubo un valijón enorme a mí no me consta. Lo que creo es que hay un intercambio de favores y nuevos emprendimientos y trabajos. Su productora general, Fabiana Segovia, recibe, con su productora Rabona, medio millón de pesos de la Jefatura de Gabinete.

Él encontró cómo reciclarse profesionalmente, pero eso, al mismo tiempo le dio una presencia política inesperada, con sus costos y sus riesgos, porque él perdió una parte del público, muy importante, y me parece que no recuperó la misma cantidad. Porque cuando vos analizás el rating de marzo, Continental tiene en tercer lugar a Magdalena, a Fernando Bravo y a Nelson Castro, y cuando está él en el aire está cuarta. 

¿Y el programa de la tele? 

El programa de la tele está hace cuatro años, con rating menguante. Arrancó con 2,4 y fue bajando. Para un canal privado hay dos rarezas: que un programa que tiene ese rating pueda sobrevivir tanto tiempo y que tenga la tanda que tiene. Tiene una tanda importante, con publicidad oficial, que además está rotativa en el canal. 

¿El Gobierno pone la plata sin decir adónde va, no? 

Cuando entrás a la página de la Jefatura de Gabinete es muy difícil seguir la ruta del dinero, porque lo que encontrás son nombres de fantasía de empresas, que no dice a quién pertenecen.

En el caso de Rabona, yo sé que es de Fabiana Segovia, pero no me dice dónde va ese medio palo, no me lo discrimina. Ella tiene dos restaurantes, calculo que no será para los dos restaurantes. La pauta oficial, que yo sepa, es para poner en los medios. 

¿Cómo les paga a sus colaboradores? 

Él siempre dice que no ganan mucho en la radio. Él lo ha dicho en medios oficialistas, que se sienta en el estudio de al lado y les da un incentivo o un regalo. El problema que hay acá, es que vos me podés regalar un mes plata a mí, o yo regalarte a vos, pero si todos los meses yo te doy a vos tanta guita, eso de alguna manera se empieza a volver un sueldo.

No lo reconocés como tal, pero lo es. Eso genera que vos tengas que pagar las cargas correspondientes. Si no lo hacés, estás con problemas en la AFIP.

Vos decís que su sueldo es fabuloso. ¿Tenés la cifra de cuánto gana en Continental?

En el capítulo de radio se hace una aproximación a esa cifra, porque él cobra una plata por el programa de la mañana y por la tira deportiva, Competencia.

Después tiene las transmisiones de los partidos. No bajaría de los 300 mil pesos mensuales, y quizá me quedo corto, porque además tiene PNT con Raza, bizcochos Don Satur… Él reconoce que es el periodista mejor pago de la radio y estas cifras te lo confirmarían. 

“Dejando de lado su ideología, es cero analista político” 

Vos lo rescatás mucho como relator, decís que es el mejor. ¿Cómo lo considerás como analista político?

Dejando de lado su ideología, es cero analista político. Vos te das cuenta de que cuando habla de deporte está distendido y se maneja con una fluidez y un conocimiento que no se ven cuando habla de política.

Cuando lo hace, o son todas consignas huecas o tiene un grado excesivo de datos, y entonces pueden pasar dos cosas: que esté leyendo algo de Página/12 o Ricardo Forster o que le ha llegado un paper, que no dice de dónde le llegan. 

¿Cuáles son sus funcionarios favoritos? 

Sin dudas, el favorito es Florencio Randazzo. Habla seguido con él, hay dos auspicios. Él ha comido con él, como también ha comido con Macri. Así él justificó el haber jugado al fútbol con militares uruguayos, como si fuera equivalente. 

¿Cómo era su relación con los militares uruguayos? 

Él era un periodista de 30 años, hacía radio y escribía en diarios importantes. Tengo la sensación de que tenía relaciones cordiales, no íntimas, con la gente que manejaba el poder. 

¿A tal punto de jugar un partido de fútbol en un cuartel? 

Lo que pasa es que él iba con periodistas por el interior del país y capaz que él fue y se generó algún tipo de vínculo. No parece que esos militares con los que él se relacionó estén juzgados por temas de lesa humanidad.

El problema es que él en estos años quiere rediseñar lo que fue y es ahí donde se vuelve interesante. El tipo se sube a un caballo y no fue así. 

No fue un luchador contra la dictadura 

Claro, cuando él dice “me sacaron de la radio”, no fue así, lo sacó la Asociación de Fútbol Uruguayo, y los que lo repusieron fueron los militares.

El dice que vino huyendo, pero la Argentina no era un buen lugar para refugiarse. Porque era mucho más feroz la dictadura nuestra que la uruguaya. El viene acá contratado por Julio Moyano, para el programa Sport 80.

No era un tipo de izquierda. Era el número uno de su país, contratado para enfrentar a José María Muñoz. Y Víctor Hugo lo desbanca porque era mucho mejor. Entró como un balazo. Ahora, él empieza a trabajar en Radio El Mundo, que estaba en manos de la Marina, que comandaba Massera. Luego pasó a Mitre, que también manejaba la Marina.

Es ilógico que los servicios de inteligencia de los dos países no hayan cruzado información. Yo ni siquiera digo que haya sido colaboracionista. Dio charlas en 1982 en Campo de Mayo, que no explicó de qué se trataban, capáz que es lo mismo que hace ahora, que sale a dar charlas por los pueblos sobre la Ley de Medios.

“Él dice que los partidos aburridos hay que mejorarlos. Todo ese know how lo utiliza ahora en la política”

Se puede hacer un paralelismo con los Kirchner, que también eran algo y ahora quieren crear un relato distinto de lo que fueron.

Claro, es una simulación, de ser otra cosa. Pero además, él era relator, no sé por qué ahora le saca punta a un héroe. No por eso lo condeno. Yo también trabajé en esa época, pero no puede envolverse en mantos revolucionarios.

Yo analizo mucho su relato y cómo él se convence de muchas cosas que dice y no son así. De hecho, él dice que los partidos aburridos hay que mejorarlos. Todo ese know how lo utiliza ahora en la política. 

¿Cómo fue el episodio de los mails? ¿Te amenazó?[4] 

Yo reservé el último capítulo para un encuentro con él. Entonces le escribí a Fabiana Segovia, que me dijo que Víctor Hugo me iba a dar la entrevista. Lo que sucedió fue que una noche abro el correo y me encuentro con un largo mail, de 22 mil caracteres, que lo imprimo y me dan 8 carillas, que empieza con “soy VH”.

Y efectivamente, vos lo leés y tiene todos los giros, la forma rimbombante. No creo que lo haya escrito, pero por ahí lo dictó. El 98 por ciento de lo que dice ahí yo ya lo tenía volcado en el libro, porque lo había escuchado.

Tiene dos momentos perturbadores. Me pregunta si no tengo familia, sino le temo “a la ira de Dios”, que puede ser una cosa de “matón de barrio”, como él le dijo a Néstor Kirchner cuando amedrentó al movilero.

Y después una cosa que me resultó más inquietante. Yo había hablado con Jorge Fernández Díaz, Lanata y Majul para organizar la presentación del libro. Finalmente Lanata se baja porque está en un período de rockstar, pero escribe el prólogo, y entonces quedan Majul, que es el editor, Fernández Díaz y yo.

Y entonces él me pone en el mail “ya te veo en la presentación del libro, aplaudido junto a Majul, Lanata y Fernández Díaz”, y yo te digo, no lo había hablado con nadie y ellos menos.

Entonces yo tengo que pensar o que es Tu Sam o que tiene un oído supersónico, o una mirada de rayos equis como Superman, porque la verdad que le acertó a la presentación del libro en la Feria, a Majul, Lanata y Fernández Díaz. 

¿Qué pensás que pasó? 

O tiene la bola de cristal o tiene alguna ayudita de sus amigos… 

¿Cómo pensás que tomará el libro? 

Espero que lo del mail haya sido una bravata, pero me preparo para las diatribas. Tengo la ilusión de que por su narcisismo rescate algunas páginas positivas y también las lea. Entiendo que un libro de esta naturaleza sea fastidioso para él.

Yo escribí este libro porque ya escribí otro sobre Perón y los medios de comunicación y este es como una continuación sobre el kirchnerismo. Él es la excusa, es el comunicador principal del kirchnerismo.

No podrían ser Barone o Sandra Russo, que son “cuatro de copas” al lado de él, que es un numerísimo 1. Es una biografía con mucho color, pero también un libro sobre medios. 

[1]           Fuente de información: Kybalion, 12/5/11, “Todo hombre tiene su precio”, http://kybalion.globered.com.

[2]           Fuente de información: Clarín, 6/6/12, “Otra de Víctor Hugo Morales: Cuando criticaba la fortuna K”, http://www.urgente24.com (ver video).

[3]           Fuente de información: La Nación, 22/4/13, “Pablo Sirvén: Víctor Hugo es un gran versero”, http://www.lanacion.com.ar. Más información: Perfil.com, 2/5/13, “La conversión de Víctor Hugo Morales”, http://www.perfil.com. Tribuna de periodistas, 2/5/13, “El primer capítulo de Converso, el libro que más fastidia a Víctor Hugo Morales”, http://periodicotribuna.com.ar.

[4]           Nota del autor: No fue una amenaza, esto es un error de interpretación. Desde el punto de vista psicológico es un intento de manipulación, de rebajar al otro a quien se considera superior o que está diciendo la verdad, y por tanto un enemigo al que hay que suprimir. Entonces se busca minimizarlo, rebajarlo o deprimirlo, haciéndolo sentir culpable y por lo tanto débil. Para ello busca pegar en el blanco, es decir, quitarle mérito a aquello en lo que el otro está orgulloso.